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Temas Variados / Vida Incaica

Temas Variados

Vida Incaica

¿Cómo sabemos acerca del mundo incaico? tenemos que agradecer mucho a Huamán Poma de Ayala, hijo de un cacique Inca, quien viajó alrededor de las tierras del Tahuantinsuyu escribiendo e ilustrando cómo era la vida en el Imperio Incaico, antes, durante y después de la Conquista de España. Él envió la primera Nueva Crónica y Buen Gobierno al Rey de España, rogando por una mejor trato a su gente. Aparentemente, el rey nunca vio el documento. Pero las descripciones y dibujos en el libro de Huamán Poma han sido muy valiosos en mostrarnos la vida incaica.

Dieta Incaica

Los Incas subsitieron mayormente de papas, cuyes, maíz y quinua, y de cereal altamente proteico. Las papas también fueron fundamentales ya que los Incas sembraron más de 200 clases y desarrollaron maneras de liofilizarlas, de tal manera que podían ser guardadas por largos periodos de tiempo. La papa también fue importante para los Incas ya que usaron la longitud del tiempo que toma hervir una papa como su manera de medir el tiempo.

Las llamas y las alpacas fueron muy valiosas para los Incas. Criadas por miles de años antes del surgimiento del Imperio Incaico, los Incas tenían inmensas manadas, que ellos usaban como fertilizantes, combustible, sacrificios, carne, cuero, agujas, flautas y cuentas, El tosco pelo de la llama era tejido para hacer sacos, pesadas frazadas, y sogas. Las alpacas tenían una lana más suave, que era tejida para hacer ropa.

Mucha gente ha escuchado acerca de el uso antiguo de los Incas de las hojas de coca como planta sagrada. Sembrada en grandes plantaciones, la coca fue estrictamente regulada por los gobernantes Incas. En la religión incaica, las hojas de coca fueron esparcidas o quemadas como ofrendas, o masticada para producir un estado de éxtasis durante ceremonias religiosas. Debido a que masticar hoja de coca libera pequeñas cantidades de la estimulante cocaína, se daba a los trabajadores hojas de coca para prevenir la hambruna y fatiga cuando hacían fuertes trabajos, y para ayudar a prevenir soroche en los altos Andes. Los nobles masticaban hojas de coca como un lujo, pero los Incas desalentaron su uso habitual.